En la mañana, revisando una de mis cuentas en twitter, encontré el link de un texto escrito por uno de mis ídolos: mexicano, escritor, reportero, editor de la revista Play Boy, ex mánager de las Mystica Girls y de las Fokin Biches: Arturo J. Flores.
El texto (a continuación adjunto el link) "El pop nos volverá a todos idiotas" me sedujo por el título y rápidamente accedí a la dirección URL para leerlo. Me decepcionó profundamente. No es porque me considere Trve Metalhead, porque no lo soy, más bien porque, precisamente, fue en el universo del rock donde conocí a este escritor: voy a cumplir 10 años leyéndolo (guardo los primeros números de la "Revista Gótica"); su carrera, sus textos, su imagen como escritor y "rockero" me parecen increíbles. Para mi ha sido un ejemplo de cómo dedicarse a la literatura y al rock al mismo tiempo: me identifico con él y lo admiro.
Después de meditarlo comprendí que la generación en la que él vive y mi generación dista por 12 años, ¡poco más de una década! Claro: él vivió de cerca la muerte de Mercury, el terremoto del '85, la muerte de Rockdrigo González; el alumbramiento del grunge, el álbum negro de Metallica y el Dr. Feelgood de Mötley, a su vez le tocó la salida de Vince de ésta misma, el suicidio de Kurt Cobain entre otras cosas pero, ¡qué cabeza tan dura! Si te gustaba Kabah, ¿qué tenía de malo solamente admitirlo?
Es cierto que la generación actual cuenta con la mente más abierta que antes, o quizá sea una estrategia publicitaria, o quizá todos hemos admitido nuestros gustos culposos. Ciertamente no estoy muy segura de todo lo anterior pero de que los prejuicios quedan a un lado actualmente, quedan, o como dice la teoría de mi maestro, el escritor y editor Jesús de León Montalvo, durante alguna clase: la cultura popular tiende a convertirse al elitismo. Esto a propósito del sinfónico (figúrense, cumbia sinfónica) de Los Ángeles Azules con la participación de varios representantes del pop: Jay de la Cueva, de Moderatto (jamás ha sido rock), Leonardo de Lozanne, Carla Morrison, Ximena Sariñana, Kinky y otros más que, por cierto, me hacen recordar el tributo de Bronco con varias bandas e intérpretes rockeros como Jumbo, División Minúscula o Panda. No descartemos aquel interesantísimo tributo que bandas de rock chilango y cantantes "Pop" le hacen a Los Tigres del Norte, (divertidísimo). Les regalo un enlace de la interpretación de Molotov cantando: Ya te velé, ya te enterré y te puse flores, personalmente mi favorita: 1. Ya te velé - Molotov. Y, ¿qué tal suena Juan Gabriel cantando Have you ever seen the rain? Les obsequio una canción más de este tributo a Creedence interpretado no por Juan Gabriel (gracias a Dios) sino por Álex Lora: El Tri - Proud Mary.
Y, volviendo al tema, discrepo. Personalmente creo que el "Pop" sí lo idiotiza a uno por lo menos en esta generación contaminada por el consumismo. También pensé en mi lugar geográfico y en el de J. Flores: Él nació en la ciudad de México. Yo en una ciudad chiquita, al norte de México, senda de la Revolución Mexicana, tapizada por fósiles, rodeada por puras sierras: Saltillo, capital del estado de Coahuila. Aquí uno se encuentra con chicos vestidos, evidentemente, norteños: Botas picudas de piel, pantalones de mezclilla Resistol, cintos con grandes hebillas, camisas de cuadros o con bordados; si hace frío, un chaleco o una chamarra de mezclilla aborregada y, la punta del iceberg: un sombrero vaquero. Pueden tener pequeños aretes o arracadas como símbolo de rebeldía; van o vienen del rancho los fines de semana, les gusta asistir a los rodeos y seguramente son expertos jinetes montando caballos.
Escuchan a Los Cadetes de Linares, Los Domadores del Valle, a Los Alegres de Terán y, entre tanto, cuál es la sorpresa de un joven rockero cuando, escuchando a Metallica, System of a Down, Guns N' Roses o a Twisted Sister escuchas a esos vaqueros tarareando "We're not gonna take it", "Aerials", "Don't cry" o "Seek and destroy". Te platican que su primo "el rockero", su tío "el que vive en el otro lado" o que su hermano mayor les enseñaron esas canciones, les prestaron discos, les pasaron música en una memoria pero que, pues, en el rancho no se oye de éso, que porque creció escuchando canciones norteñas con el abuelo o con sus tíos, que aprendió a pistear escuchando al Grupo Palomo pero que: "Esa música está chida", que sí le gusta -pero- que a su mujer no, -pero- que no tiene amigos para salir a un bar de rock, -pero- que su mamá dice que esa música es para "satánicos". Sad but true: creo que en Saltillo el rock sigue siendo tabú.
Y ahora, dice mi escritor favorito, (cito): "Tampoco creo que el Rock sea inteligente y que el Pop nos idiotice". Me parece que primero debemos de definir lo que "Pop" significa. La definición que más apropiada me parece es la del siguiente enlace: Definición de Pop - Música:
"¿Vieron cuando uno, por ejemplo, escuchó determinada canción en la radio a la mañana y de repente ya casi es la noche y se da cuenta que todavía su cerebro le ordena a sus cuerdas vocales seguir tarareándola...? Bueno, ¡esa es una indiscutida prueba de que la canción forma parte del universo pop!"
¿Cuáles canciones tarareamos sin querer?, ¿qué es lo que dicen?, ¿cuál es su contenido? Y es cierto que muchas de las canciones que tratan las bandas de rock y de metal hablan sobre temas de transgresión social, política y religiosa que, además, se acompañan con música generalmente ruidosa pero, ¿cuáles son los temas favoritos de las canciones "pop"? Por eso discrepo con la opinión de aquél joven escritor, periodista, editor Arturo Flores porque, hasta hoy, desde mi experiencia personal, ninguna canción "pop" que haya escuchado en la radio y tarareado sin querer logra evocarme algún tema interesante, salvo el amor, el desamor, un disco rayado, ecos, sonidos electrónicos, entre otros.
En fin. Bajo ninguna circunstancia voy a dejar de seguir ninguna de las redes sociales de J. Flores, ni dejar de leer ninguna columna, reportaje o cuento de Arthur Alan Gore, finalmente es mi escritor favorito.

El texto (a continuación adjunto el link) "El pop nos volverá a todos idiotas" me sedujo por el título y rápidamente accedí a la dirección URL para leerlo. Me decepcionó profundamente. No es porque me considere Trve Metalhead, porque no lo soy, más bien porque, precisamente, fue en el universo del rock donde conocí a este escritor: voy a cumplir 10 años leyéndolo (guardo los primeros números de la "Revista Gótica"); su carrera, sus textos, su imagen como escritor y "rockero" me parecen increíbles. Para mi ha sido un ejemplo de cómo dedicarse a la literatura y al rock al mismo tiempo: me identifico con él y lo admiro.
Después de meditarlo comprendí que la generación en la que él vive y mi generación dista por 12 años, ¡poco más de una década! Claro: él vivió de cerca la muerte de Mercury, el terremoto del '85, la muerte de Rockdrigo González; el alumbramiento del grunge, el álbum negro de Metallica y el Dr. Feelgood de Mötley, a su vez le tocó la salida de Vince de ésta misma, el suicidio de Kurt Cobain entre otras cosas pero, ¡qué cabeza tan dura! Si te gustaba Kabah, ¿qué tenía de malo solamente admitirlo?
Es cierto que la generación actual cuenta con la mente más abierta que antes, o quizá sea una estrategia publicitaria, o quizá todos hemos admitido nuestros gustos culposos. Ciertamente no estoy muy segura de todo lo anterior pero de que los prejuicios quedan a un lado actualmente, quedan, o como dice la teoría de mi maestro, el escritor y editor Jesús de León Montalvo, durante alguna clase: la cultura popular tiende a convertirse al elitismo. Esto a propósito del sinfónico (figúrense, cumbia sinfónica) de Los Ángeles Azules con la participación de varios representantes del pop: Jay de la Cueva, de Moderatto (jamás ha sido rock), Leonardo de Lozanne, Carla Morrison, Ximena Sariñana, Kinky y otros más que, por cierto, me hacen recordar el tributo de Bronco con varias bandas e intérpretes rockeros como Jumbo, División Minúscula o Panda. No descartemos aquel interesantísimo tributo que bandas de rock chilango y cantantes "Pop" le hacen a Los Tigres del Norte, (divertidísimo). Les regalo un enlace de la interpretación de Molotov cantando: Ya te velé, ya te enterré y te puse flores, personalmente mi favorita: 1. Ya te velé - Molotov. Y, ¿qué tal suena Juan Gabriel cantando Have you ever seen the rain? Les obsequio una canción más de este tributo a Creedence interpretado no por Juan Gabriel (gracias a Dios) sino por Álex Lora: El Tri - Proud Mary.
Y, volviendo al tema, discrepo. Personalmente creo que el "Pop" sí lo idiotiza a uno por lo menos en esta generación contaminada por el consumismo. También pensé en mi lugar geográfico y en el de J. Flores: Él nació en la ciudad de México. Yo en una ciudad chiquita, al norte de México, senda de la Revolución Mexicana, tapizada por fósiles, rodeada por puras sierras: Saltillo, capital del estado de Coahuila. Aquí uno se encuentra con chicos vestidos, evidentemente, norteños: Botas picudas de piel, pantalones de mezclilla Resistol, cintos con grandes hebillas, camisas de cuadros o con bordados; si hace frío, un chaleco o una chamarra de mezclilla aborregada y, la punta del iceberg: un sombrero vaquero. Pueden tener pequeños aretes o arracadas como símbolo de rebeldía; van o vienen del rancho los fines de semana, les gusta asistir a los rodeos y seguramente son expertos jinetes montando caballos.
Escuchan a Los Cadetes de Linares, Los Domadores del Valle, a Los Alegres de Terán y, entre tanto, cuál es la sorpresa de un joven rockero cuando, escuchando a Metallica, System of a Down, Guns N' Roses o a Twisted Sister escuchas a esos vaqueros tarareando "We're not gonna take it", "Aerials", "Don't cry" o "Seek and destroy". Te platican que su primo "el rockero", su tío "el que vive en el otro lado" o que su hermano mayor les enseñaron esas canciones, les prestaron discos, les pasaron música en una memoria pero que, pues, en el rancho no se oye de éso, que porque creció escuchando canciones norteñas con el abuelo o con sus tíos, que aprendió a pistear escuchando al Grupo Palomo pero que: "Esa música está chida", que sí le gusta -pero- que a su mujer no, -pero- que no tiene amigos para salir a un bar de rock, -pero- que su mamá dice que esa música es para "satánicos". Sad but true: creo que en Saltillo el rock sigue siendo tabú.
Y ahora, dice mi escritor favorito, (cito): "Tampoco creo que el Rock sea inteligente y que el Pop nos idiotice". Me parece que primero debemos de definir lo que "Pop" significa. La definición que más apropiada me parece es la del siguiente enlace: Definición de Pop - Música:
"¿Vieron cuando uno, por ejemplo, escuchó determinada canción en la radio a la mañana y de repente ya casi es la noche y se da cuenta que todavía su cerebro le ordena a sus cuerdas vocales seguir tarareándola...? Bueno, ¡esa es una indiscutida prueba de que la canción forma parte del universo pop!"
¿Cuáles canciones tarareamos sin querer?, ¿qué es lo que dicen?, ¿cuál es su contenido? Y es cierto que muchas de las canciones que tratan las bandas de rock y de metal hablan sobre temas de transgresión social, política y religiosa que, además, se acompañan con música generalmente ruidosa pero, ¿cuáles son los temas favoritos de las canciones "pop"? Por eso discrepo con la opinión de aquél joven escritor, periodista, editor Arturo Flores porque, hasta hoy, desde mi experiencia personal, ninguna canción "pop" que haya escuchado en la radio y tarareado sin querer logra evocarme algún tema interesante, salvo el amor, el desamor, un disco rayado, ecos, sonidos electrónicos, entre otros.
En fin. Bajo ninguna circunstancia voy a dejar de seguir ninguna de las redes sociales de J. Flores, ni dejar de leer ninguna columna, reportaje o cuento de Arthur Alan Gore, finalmente es mi escritor favorito.
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